¿Que hacer con quien rompe la ley?






Hablemos de la persona antisocial, aquella que un día decidió robar, que fue avanzando a más. ¿Por qué lo hizo? ¿Importa?. Hoy día, en México, como sociedad pareciera que nos estamos vengando de los delincuentes, no importan que los llevo a delinquir ni su historia, ni su contexto. Ese niño que vendió dulces en las esquinas, que fue abusado sexualmente, que le enseñaron a robar como único medio para sobrevivir, que descubrió como única fuente de satisfacción la droga... ese niño creció creyéndose o sabiéndose ajeno a la sociedad que le rodea, donde los automovilistas son seres extraños que le desprecian, los policías seres ruines que lo abusan, los peatones lo miran de reojo... ¿Cómo pedirle que respete a una sociedad que nunca lo respeto? ¿Cómo insertarlo en una sociedad de la que nunca fue parte? Esa víctima se convierte en victimario y recibe una confirmación de su creencia: es arrumbando en un lugar hacinado, donde prevalece la ley del más fuerte, del más violento, del mas despiadado... Donde no existen casi ninguna regla de la sociedad de allá afuera. Donde no hay clemencia, compasión o piedad. Ese hombre y esa mujer, si un día sale de la prisión, ¿tendrá compasión del de enfrente? ¿Tendrá escrúpulos en matar, secuestrar o mutilar? Como sociedad, tenemos un efecto Bumerang por tener las prisiones que tenemos, igual que tenemos un efecto bumerang por tener estas escuelas y estas instituciones de salud. 



Durante el gobierno de Ebrard en la ciudad de México se manejó el tema de los adolescentes en conflicto con la ley, llevando un modelo de “Atención Comunitaria Integral para Adolescentes” mediante la operación de seis Comunidades Especializadas de Atención para Adolescentes.  El  “Adolescente en conflicto con la ley”  es una figura jurídica que aparece en el 2007 en la Ley de Justicia para Adolescentes para el Distrito Federal  e incluye a mayores de 12 años y menores de 18 que comenten una conducta tipificada como delito.  Esas comunidades se enfocan en rehabilitar y reintegrar mediante un modelo en el que “los adolescentes son responsables de sus actos, aunque en forma diferenciada y con respuestas menos drásticas que las aplicadas a los adultos.” ( Encuentro Psicoanalítico ).  El objetivo es pues evitar mayor estigmatización, mayor segregación y generar reinserción social. Real.  Al dia de hoy estas comunidades siguen funcionando bajo ese nombre. Esta es la pagina del Gobierno de la Ciudad de México donde se listan (incluye un conteo de la población ingresada). 

Sean o no adolescentes, sean o no producto de nuestra sociedad, para el común de los ciudadanos  ellos, los delincuentes son "los otros" mismos que de preferencia habría que aniquilar o a falta de ello echar en una agujero negro y olvidar. Son "ellos" no parte de un "nosotros" entonces no vemos en ello nada de nosotros, cuando en esencia son tan humanos como nosotros mismos. Así,  como sociedad su suerte nos es indiferente. Y lo que les pase se lo tienen bien merecido. O ¿no?



Un dia, uno de ese  “nosotros” casi sin querer entra a ese sistema: , el joven de casa que es injustamente acusado (http://www.excelsior.com.mx/nacional/2015/02/25/1010293 ) , la empleada doméstica que sin saber leer o escribir por error da un billete falso (http://www.excelsior.com.mx/nacional/2015/02/25/1010293), el medico que es acusado por mala praxis (la haya o no realizado) (http://www.eluniversal.com.mx/ciudad-metropoli/2014/medicos-aseguran-que-sistema-de-salud-esta-colapsado-1018615.html ) o el “compa” que es detenido al manifestarse por una injusticia (http://www.eluniversal.com.mx/nacion-mexico/2014/zocalo-detenidos-manifestacion-normalistas-desparecidos-ayotzinapa-iguala-policia-seguridad-vandalismo-1056932.html )

Y ese día ya no es mas un nosotros, es un ellos, y es tratado como tal. No importa educación previa, no importa gravedad del delito, ni siquiera importa si  ya se le juzgo o no. Simplemente es arrojado en un lugar con reglas propias, con gobierno paralelo, donde “mientras estén encerrados, que se maten entre ellos” Y ese dia se da cuenta de que muchos “ellos” en realidad son “nostros” es mas…  no hay ningún “ellos”. Pero afuera todo sigue igual, y como ese individuo un dia antes de ser detenido, miles miran de reojo las cárceles con la suficiencia  de saber que los que están ahí están porque lo merecen y lo que viven es apenas justo por haber dañado a uno de “nosotros”…. Hasta que choca, da por error un billete falso, cruza la manifestación equivocada o atiende a la persona equivocada.

Según el estudio (la cárcel, ¿para qué?, ¿para quién?), lo que parece explicar la política penitenciaria en México es “la justicia retributiva y desproporcionada”, la aprobación de sentencias cada vez más extensas sin dejar espacio a la posibilidad de re inserción. Hoy podemos hablar de un sistema corrompido, poblado de pobres escaso de ricos o poderosos.  Un sistema que no se interesa por el individuo. Construido para fabricar culpables o exonerar responsables, según el poder adquisitivo.  Es la criminalización de la pobreza. Los robos son perseguidos… pero los de cuantía menor (realizados por los pobres) ¿Y los otros a´pa?  Para muestra un botón en este articulo que se centra en como trata diferenciadamente el sistema penal a ricos y pobres.



Como sociedad se nos abrieron los ojos con el docufilm “Presunto Culpable” . Pero no paso a mayores. Simplemente el sistema reacciono (prohibiendo la video grabación de los juicios) y cerrándose sobre si mismo.  

El mensaje finalmente es:  

Debe importarnos que les pasa a quienes delinquen, no son esencialmente diferentes a los demás. Se les debe responsabilizar si, pero el castigo debe ser proporcional, justo y el objetivo es rehabilitarles, no destrozarles.  ¿Son necesarios los castigos severos? Aquí hay un ejemplo de Noruega que quizá lo pone en duda: Cárcel sin Rejas

Opinemos pero con respeto

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