- ¡No le quites el freno! - dijo asustado mi tío - no se te vaya a rolacar el carro.... Recuerdo vivamente esa frase. Yo era un mocoso que tendría 6 o 7 años y estaba jugando con los diferentes mandos del carro mientras esperábamos no se que... Estoy seguro que no fue la única vez que oí esa frase en la boca de mi tío. Cuando me estába enseñando a manejar me dijo - En una subida, saca de a poquito el clucht para que no se te rolaque el carro.... Era una palabra más, que había aprendido como todas las palabras escuchando usarla a mis familiares. Siempre con la conotacion de que la fuerza de gravedad podria provocar que el automóvil se desplazará pendiente abajo, ya sea estacionado o en la conduccion, si no eres lo suficientemente habil. Por eso un día, 30 años después, le dije a mi esposa: -No te apures, este carro tiene asistente de arranque en pendiente, así que no se te puede rolacar. - No se me puede que...? -Rolacar. Ya sabes delizarse. -Esa palabra no existe -¿Cuál? -Rolacar.
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